Mostrando entradas con la etiqueta 201. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta 201. Mostrar todas las entradas

viernes, 13 de agosto de 2010

San Ponciano, papa y san Hipólito, presbítero, mártires.

Hipólito era un sacerdote romano, discípulo de San Ireneo,  que llevaba años peleando con los herejes y con los Papas. A los herejes les reprochaba, con razón, sus herejías y a los Papas, sin razón, su blandura con los penitentes. Fueran cuales fueran sus razones el caso es que cometió uno de los pecados más graves que puede cometer un sacerdote: cometió un cisma. No quiso reconocer al Papa san Calixto; cuando este murió no quiso reconocer a su sucesor, San Urbano y, cuando murió san Urbano y fue elegido san Ponciano (230), tampoco se sometió a su autoridad. El sacerdote debe unir unido a su obispo. Si está peleado con su obispo y siembra divisiones,  atenta contra la unidad de la Iglesia y eso nunca está bien. Por eso cuando el demonio encuentra a un sacerdote que es listo y rebelde se alegra mucho.
El emperador Maximino el Tracio -que, por lo visto, medía casi tres metros- decidió acabar con la Cabeza de la Iglesia de Roma. Cuando le informaron de que la Iglesia romana estaba dividida entre los cristianos fieles al Papa y los seguirdores de Hipólito decidió mandarlos a ambos a Cerdeña. Allí Hipólito se recocilió con Ponciano. Para que la Iglesia de Roma no quedase sin pastor, Ponciano renunció al pontificado. Fue elegido Antero. Así, la reconciliación de san Hipólito y san Ponciano, unidos en el destierro y en martirio, tuvo como fruto el fin de un cisma.

lunes, 9 de agosto de 2010

San Lorenzo, diácono y mártir.

Nacido en Huesca, Lorenzo fue ordenado diácono por el Papa Sixto II. Tras el martirio del Papa, Lorenzo envío a España el Santo Grial que se venera en Valencia. Él mismo sufrió el martirio cuatro días después de la muerte del Papa.
En uno de sus sermones, San Agustín recordaba cómo el santo diácono que había administrado la sangre de Cristo también derramó su propia sangre por el nombre de Cristo.
Siete diáconos mártires en agosto. hay que tratar muy bien a don José Mario.

viernes, 6 de agosto de 2010

San Sixto II, mártir.

El año 253 fue proclamado emperador Valeriano. Consultado acerca de cómo había que proceder con los cristianos publicó un rescripto en el que prohibía bajo pena de muerte las reuniones de los fieles. Inmediatamente se desató una nueva persecución y el año 257 el Papa Esteban I fue martirizado. 
Le sucedió ese mismo año Sixto II, vigésimo cuarto Papa. El 6 de agosto  del año 258 Sixto II y seis de sus diáconos fueron ejecutados en cumplimiento de esa misma disposición imperial. Lo recordamos hoy, día siete, porque ayer fue la Transfiguración
Había siete diáconos en Roma. El séptimo, San Lorenzo, alcanzó la palma del martirio cuatro días después.
Agosto es un mes estupendo para dar testimonio de nuestra fe.
¿Y el emperador Valeriano? Que Dios lo tenga en su Gloria. Estará arrepentido de lo que hizo, si está allí. Yo, durante este mes, me propongo no quejarme del calor y tratar muy bien a Don José Mario que es el único diácono que tenemos en Villena.